La comunidad Hispana de Detroit se encuentra en una profunda tristeza, por la trágica muerte de la pequeña Emma Valentina Hernández, de nueve años de edad, quien perdió la vida al ser atacada por 3 perros de raza pitbull, los cuales presuntamente saltaron la cerca, que los contenía en una casa cercana a la de la niña.
Según testigos, los animales agarraron a la niña, quien en ese momento se encontraba montando su bicicleta, y la hicieron caer al suelo, en donde la mordieron sin piedad hasta quitarle la vida.
Versiones de vecinos del lugar, afirmaron que escucharon los gritos de la niña y algunos de ellos llegaron a socorrerla.
De hecho, se sabe que uno de ellos atacó a uno de los perros con un ladrillo y otro le pegó varios tiros a otro de los perros y lo hirió.
Sin embargo, los esfuerzos de algunos vecinos para salvar la vida de la niña no fueron suficientes, la pequeña, llegó al hospital en donde poco tiempo después falleció.
Entre tanto, las autoridades, especialmente el control de animales, capturó a los otros dos perros , que actualmente se encuentran en el Detroit Animal Care and Control, en donde posiblemente van a ser ejecutados.
Irónicamente, según las autoridades, la familia de la pequeña e inclusive vecinos, se habían quejado por el trato que el dueño de los perros le daba a los animales y también porque a veces los perros escababan de la cerca de su vivienda. Hay muchas personas que afirman que el propietario de los caninos no les deba de comer.
Tras el inicdente, el dueño de los perros, fue arrestado y posiblemente enfrente cargos criminales.
La tragedia ha desatado una polémica en torno a las “razas peligrosas” y muchas personas y hasta medios de comunicación, han pedido que en Detroit se prohíban este tipo de razas.
Lo que ha generado rechazo en organizaciones de rescate de este tipo de perros y hasta propietarios de pitbulls, quienes alegan, que el culpable no es el animal, sino el dueño, que muchas veces, no alimenta el perro, lo tiene encadenado todo el día en el patio de su casa y en el peor de los casos, lo entrena para que sea parte de peleas clandestinas.
Lo cierto es que hay una familia, que en este momento está viviendo la peor de las pesadillas y una comunidad que con dolor ve como una vida inocente fue extinguida.
Pero a pesar de la indignación y la tristeza, se ha visto un apoyo incondicional de la comunidad hacia la familia Hernández, quienes habían colocado una campaña de financiamiento de $25,000 dólares, la cual ya fue sobrepasada en corto tiempo, gracias a las donaciones de muchas personas del estado y otras partes del país.
Ahora, toca esperar qué medidas la ciudad de Detroit va a tomar frente el creciente problema de los ataques de mordeduras de perro, que de nuevo enlutan a una familia de Michigan.