Durante la pandemia, órdenes ejecutivas estatales y federales han considerado a los trabajadores agrícolas temporales y migrantes como «esenciales». Sin embargo, pocas protecciones han sido otorgadas a esta población que podría estar en mayor riesgo de exposición al coronavirus, según un informe realizado investigadoras de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan.
Los hallazgos se basan en un estudio de investigación cualitativo que involucró actores comunitarios, trabajadores agrícolas migrantes y temporales, y actores sociales que trabajan con agricultores en el estado de Michigan.
Alexis Handal es profesora asociada de Epidemiología y Lisbeth Iglesias-Ríos es investigadora postdoctoral, ambas son parte de la Escuela de Salud Pública de la UM. En 2019, llevaron a cabo el Proyecto de Agricultores de Michigan. Discuten sus investigaciones y hallazgos.
¿Qué piensan de la orden ejecutiva recientemente emitida por la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, que requiere protecciones para los agricultores ante esta pandemia?
Ciertamente apoyamos abordar esta pandemia con un enfoque basado en conocimiento científico. La orden ejecutiva es una medida de protección importante porque crea un estándar exigible para la industria agrícola para garantizar condiciones de vida y de trabajo más seguras para los trabajadores agrícolas migrantes y temporales. La orden ejecutiva establece explícitamente que los empleadores deben seguir las órdenes ejecutivas para proporcionar a los residentes que habitan y trabajan en los campos agrícolas las mismas garantías de protección del coronavirus que otros empleadores en otras industrias ofrecen a sus trabajadores.
La situación de los trabajadores agrícolas en Michigan es histórica y compleja. Los desafíos que enfrentan los trabajadores agrícolas van más allá de esta pandemia e involucran cuestiones relacionadas con condiciones de trabajo inseguras, racismo, discriminación, empleo precario, condiciones de vida deficientes, explotación laboral, etc. No esperamos abordar todos los problemas a la vez, pero esperamos iniciar conversaciones y acciones que nos lleven en la dirección adecuada para mejorar las condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores agrícolas «esenciales» ahora y en el futuro.
¿De qué se trata el Proyecto de Trabajadores Agrícolas de Michigan?
El Proyecto de Trabajadores Agrícolas de Michigan se desarrolló como un estudio cualitativo con la participación de actores comunitarios para generar un conocimiento más profundo de las complejas condiciones de trabajo y de vida de los trabajadores agrícolas migrantes y temporales en el estado de Michigan. Como parte de la investigación evaluamos indicadores de explotación laboral y percepciones de trata laboral en trabajadores agrícolas y relacionamos esta información con factores de riesgo psicosociales, de salud ocupacional, y ambiental.
Realizamos entrevistas en profundidad con trabajadores agrícolas y actores sociales que brindan servicios directamente a los trabajadores agrícolas (servicios de salud, legales, comunitarios y educativos), en varias áreas rurales de Michigan. Con los actores sociales, discutimos sus conocimientos actuales, experiencias y barreras para adoptar las recomendaciones hechas por la Comisión de Derechos Civiles de Michigan en respuesta al Informe sobre las Condiciones de los Trabajadores Agrícolas Migrantes y Temporales en Michigan en 2010 y 2019. También estudiamos dificultades en la provisión de servicios para los agricultores y reportamos las recomendaciones hechas por los propios trabajadores y los actores sociales que entrevistamos para mejorar las condiciones actuales de trabajo y vida de los trabajadores agrícolas.
¿Por qué se centraron en los trabajadores agrícolas?
Históricamente, los trabajadores agrícolas, que son mayoritariamente (más del 80%) Hispanos/Latinos(as) nacidos en los Estados Unidos o en otros países extranjeros han sido una población altamente marginalizada que se enfrenta con falta de oportunidades de movilidad social, bajo nivel educativo, pobreza, acceso limitado o no acceso a servicios de salud, etc. A pesar de todos estos factores, estos trabajadores son los pilares que sostienen el sistema agrícola y alimentario multibillonario de este país.
Cuando consideramos este tema en términos de la equidad en la salud y la justicia social, los trabajadores agrícolas son una población muy importante porque heredaron el legado de las políticas de la época desde las plantaciones, de las políticas de Jim Crow, perpetuando su exclusión o proveyendo protecciones laborales mínimas (por ejemplo, salario mínimo, compensación de trabajadores, no provisiones de pago de horas extra), exposición a patrones de racismo estructural y discriminación, exclusión social, segregación, condiciones de vida inferiores, así como condiciones de trabajo opresivas e injustas.
Centramos nuestra investigación en los trabajadores agrícolas por que el empleo precario promueve prácticas laborales inseguras y a veces ilegales por parte de empleadores que a veces se realizan en condiciones de desigualdad o que violan la dignidad humana. La explotación laboral es una consecuencia del empleo precario y tiene consecuencias negativas para los trabajadores, sus familias, sus comunidades y es un obstáculo para poder consolidar una sociedad cohesionada. Una sociedad cohesionada trabaja para el bienestar de todos sus miembros, combate la discriminación y el racismo, crea un sentido de pertenencia, promueve la confianza y ofrece a todos sus miembros, independientemente de su raza, sexo, edad y situación legal, la oportunidad de una ascendente movilidad social y económica. Desde un punto de vista de salud pública, hay evidencia que sociedades cohesivas son sociedades más saludables.
¿Hubo algo que les sorprendió al hacer esta investigación?
Una de las cosas que realmente nos sorprendió fue el nivel de deshumanización de los trabajadores agrícolas. Por ejemplo, maltrato, humillación de los trabajadores o trato inferior a los trabajadores como menos que humanos en función de su raza y origen étnico. Escuchamos historias desgarradoras de trabajadores tratados o considerados como parte del «equipo agrícola» y no como trabajadores con necesidades y derechos como cualquier otra persona o trabajador en los Estados Unidos.
¿Cuáles son algunas de las condiciones que encontraron que podrían exacerbar la exposición de los trabajadores agrícolas al coronavirus?
Nuestros resultados preliminares sobre el ambiente de trabajo «normal» de los trabajadores agrícolas en Michigan antes de la pandemia de COVID-19 destacan desafíos importantes que se ven exacerbados por la actual pandemia, particularmente en tres áreas:
Servicios de atención médica: los trabajadores agrícolas tienen acceso limitado o nulo a la atención médica y a menudo no pueden comprar o pagar los medicamentos que necesitan, como la insulina. En esta población, las enfermedades crónicas a menudo relacionadas con las condiciones de trabajo y de vida, como la obesidad, la diabetes, el asma y los problemas cardiovasculares, son prevalentes en esta población.
Estas enfermedades son factores de riesgo particularmente importantes en la exacerbación de la enfermedad por COVID-19. Además, la salud mental es a menudo ignorada en esta población a pesar de que los trabajadores agrícolas tienen trabajos físicos y mentales que son extremadamente demandantes y, a menudo, poco o ningún apoyo social o redes sociales en las comunidades en que trabajan.
Condiciones de vida: Algunos de los campos de trabajo agrícola que visitamos mostraron condiciones deficientes y de hacinamiento en las viviendas lo cual es un problema importante para la salud física y mental. Las disposiciones legales para las viviendas de estos trabajadores son mínimas. Por ejemplo, un baño por cada 15 personas, los baños y las duchas a menudo se encuentran fuera de la habitación donde duermen los trabajadores y a menudo son compartidos por múltiples ocupantes y familias.
Condiciones de trabajo: En nuestro estudio, los trabajadores reportaron acceso limitado a baños limpios, agua, y jabón. Aquellos trabajadores que trabajan en línea en las empacadoras -de frutas o verduras- las condiciones de trabajo no son favorables para mantener distancia social, y los edificios tienden a tener poca ventilación. Algunos trabajadores reportaron que en las empacadoras tienen que trabajar con mandiles de plástico que no les protegen y tienen que trabajar todo el día con la ropa mojada. Los trabajadores agrícolas informaron que usan poco o ningún equipo de protección personal, y a menudo necesitan comprar su propio equipo de protección, lo cual es un gasto significativo para estos trabajadores con bajos salarios.
Otro tema que describieron los trabajadores agrícolas está relacionado con las dinámicas de poder y la dependencia con sus empleadores, supervisores y contratistas. Estas dinámicas a menudo obstaculizan que los trabajadores puedan presentar quejas sobre su salud, seguridad o condiciones de trabajo, ya que reportan tener miedo a las represalias. Por ejemplo, amenazas de denuncias a la policía de inmigración para aquellos trabajadores que son indocumentados o incluso reciben amenazas personales.
¿Cuáles son algunas soluciones propuestas en su investigación?
Es importante enfatizar que los esfuerzos para limitar los riesgos de COVID-19 en esta población requieren un enfoque multifactorial basado en evidencia científica que requiere la colaboración de los trabajadores agrícolas, empleados, contratistas, actores sociales y políticos. Nuestra recomendación en general es que se tomen medidas ejecutivas para garantizar el cumplimiento de las pautas de protección y mitigación de COVID-19 en lugar de depender del cumplimiento voluntario por parte de los empleadores en los campos de trabajo agrícola. También recomendamos la protección de los trabajadores contra cualquier tipo de represalia, incluyendo acciones migratorias para aquellos trabajadores indocumentados. Se debe proporcionar protección a todos los trabajadores, independientemente de la situación legal del trabajador.
Nuestras recomendaciones específicas están en el documento de políticas que preparamos. Estas recomendaciones tienen un enfoque epidemiológico y de salud pública y se centran en tres áreas que están interconectadas y superpuestas: salud pública y acceso a servicios de salud; promover un ambiente de trabajo saludable y seguro; y acceso a las necesidades básicas de los trabajadores. Es esencial que nuestras recomendaciones se consideren tomando en cuenta que estos trabajadores son una población muy vulnerable. Los trabajadores en nuestro estudio reportaron que es común que se les despida o se les aliene si hacen quejas o comentan su situación. Estas situaciones son aún más complicadas para aquellos trabajadores que son indocumentados.
¿Qué les gustaría que la gente aprendiera de su investigación y por qué es importante ahora?
Los desafíos que enfrentan los trabajadores agrícolas han sido un problema persistente que comenzó hace mucho tiempo y va más allá de esta pandemia. Es importante tomar en cuenta que los trabajadores agrícolas tienen una gran dependencia con sus empleadores, los capataces de campo y los contratistas. Debido a esto, los trabajadores tienen un poder de decisión y control sobre su trabajo y las condiciones de vida que se les ofrecen muy limitado. Esta falta de autonomía aumenta la vulnerabilidad de los trabajadores en términos de condiciones de trabajo precarias, explotación laboral y otros tipos de situaciones injustas o perjudiciales para la salud de estos trabajadores.
Entendemos que este es el primer estudio que ha recopilado datos primarios sobre factores de riesgo de salud ocupacional y ambiental relacionados con las condiciones de trabajo y de vida en esta población de trabajadores en Michigan. Nuestro objetivo es que los hallazgos de nuestro estudio sean útiles para informar el desarrollo de estrategias de prevención y mitigación del COVID-19 para esta población vulnerable basadas en conocimiento científico. Esperamos que nuestro trabajo despierte interés para poder tener conversaciones importantes e informar acciones que puedan ayudar a mejorar las condiciones de trabajo y de vida de estos trabajadores “esenciales” ahora y en el futuro.