El Montefiore Health System, el Albert Einstein College of Medicine y el centro hospitalario NYU Langone han lanzado un nuevo ensayo clínico para estudiar si el plasma de pacientes en recuperación tomado de personas ya curadas de COVID-19 es efectivo en el tratamiento de la enfermedad.
La respuesta inmune del organismo a las infecciones víricas incluye la fabricación de unas moléculas denominadas anticuerpos. Los anticuerpos sirven, potencialmente, para prevenir que los pacientes vuelvan a infectarse en el futuro, y también podrían constituir una terapia eficaz para combatir el virus en enfermos de COVID-19. Este tratamiento, conocido como terapia de plasma convaleciente, ya se aplicó el siglo pasado durante brotes de infecciones víricas y demostró su potencial tanto en la reducción de los síntomas más graves de la enfermedad como en la mejoría de las tasas de supervivencia.
En el ensayo controlado aleatorio participaran 300 personas con síntomas respiratorios de COVID-19. La mitad de estos individuos recibirá plasma con anticuerpos del coronavirus SARS-CoV-2, mientras que el resto recibirá un placebo. Los candidatos para el ensayo clínico serán pacientes que hayan tenido síntomas respiratorios durante menos de una semana; que requieran oxígeno suplementario o que hayan permanecido en el hospital durante menos de cuatro días.
«Creamos este estudio a partir de pruebas de la [llamada] era pre-antibiótica, pero aún no existe evidencia científica de que vaya a ser realmente efectivo», comenta la colíder del estudio, Liise-anne Pirofski, MD, Jefe de Enfermedades Infecciosas en Montefiore y Einstein y líder del COVID-19 Convalescent Plasma Project, como se conoce esta investigación de ámbito nacional.
Estudios previos sugieren que el plasma convaleciente puede ser un tratamiento útil para otros coronavirus, incluido el SARS, pero este ensayo tiene como objetivo generar evidencias de que sea eficaz [específicamente] para pacientes de COVID-19. El mes pasado, la Dra. Pirofski escribió un artículo conjunto en el Journal of Clinical Investigation, en el que defendía el uso de suero convaleciente como tratamiento para el COVID-19, un punto de vista ampliamente citado .
Desde el comienzo de la pandemia, Montefiore ha tratado en sus hospitales y ha dado de alta con éxito a aproximadamente 4,000 pacientes de COVID-19 gravemente enfermos. Esto representa una gran oportunidad para obtener plasma de antiguos pacientes y aplicar sus anticuerpos al tratamiento de una comunidad desproporcionadamente afectada por el COVID-19.
«Es posible que no haya vacunas disponibles durante más de un año. Mientras tanto, y ante la ausencia de una inmunidad natural y de vacunas, la terapia de plasma podría dotar al organismo de los elementos necesarios para combatir la infección», asegura la también líder de esta investigación Mila Ortigoza, MD, PHD, Instructora de los Departamentos de Medicina y Microbiología de NYU Langone Health. «Las infecciones que saltan de los animales a los humanos, como el nuevo coronavirus, son peligrosas porque no tenemos anticuerpos que las combatan; de ahí nuestro interés por saber si administrarlas podría salvar vidas».
Los primeros donantes de plasma de Montefiore proceden de la sinagoga Young Israel en New Rochelle. La comunidad, que albergaba uno de los núcleos más numerosos de casos de COVID-19 del país, representa ahora un rayo de esperanza.
«Contar con tantas personas curadas de COVID-19 dispuestas a donar su plasma y a hacer posible esta investigación para ayudar a personas que jamás han conocido, representa una auténtica celebración del espíritu humano», comenta la Dra. Pirofski. «Estamos abrumados por la generosidad de los pacientes recuperados y confiamos en que este ensayo nos ayude a saber si el plasma convaleciente será efectivo contra el COVID-19».