El 90 % de los abusadores son familiares o personas que el niño conoce, ante esa estadística la mejor estrategia que recomiendan los expertos en el tema, es enseñarle al pequeño a prevenir el abuso.
Carolina Garza, trabaja en el área de prevención del Care House de Oakland County en Michigan, un centro especializado en apoyar a niños víctimas de abuso o maltrato; y allí busca educar a los padres para enseñarles a sus hijos normas de comportamiento que les ayuden a evitar ser víctimas de abuso infantil.
Para la experta es muy importante respetar la autonomía corporal de nuestros hijos, y esto empieza desde que son muy pequeños cuando los padres les enseñan que sus partes íntimas nadie las toca, solamente lo hacían mamá y papá cuando estaba muy chiquito y lo necesitaba.
“El pequeño debe saber que tiene derecho a decir no, incluso cuando ya puede ir al baño solito, mamá y papá se tienen que retraer y explicarle al niño que eso lo hacen porque lo respetan”, asegura Carolina Garza.
Es mi cuerpo son mis reglas
El enseñarle al niño a decir no y a saber que en su cuerpo él decide quien lo toca o quien no, puede empezar con algo tan sencillo como un juego de hacer cosquillas, el cual va hasta cuando el menor quiera y cuando él o ella dicen “ya no más”, el adulto debe parar porque se está respetando su decisión de no querer jugar más.
“Hay que hacérselo saber al niño, de esa forma, lo estas empoderando para que en un momento dado que se ofrezca o en otra situación, él tenga la capacidad y el poder de decir No, “es mi cuerpo son mis reglas”. Así estamos protegiendo al niño”, reitera la especialista
En la cultura latina es muy común que los padres obliguen a los niños a saludar o despedirse de abrazos o besos de amigos y familiares, pero según la experta, si el niño no desea hacerlo, hay que respetar esa decisión. “Si no quiere es porque quizá algo en su cuerpecito está diciendo que no, la intuición es muy poderosa y como adultos tendemos a apagarla en los niños; de pronto el niño siente un nudo en el estómago, o le queman las piernas, algo le pasa y debemos ser respetuosos, validarlo y fortalecerlo, “es tu cuerpo son tus reglas”. Tampoco se vale ser groseros, pero se puede despedir con un saludo de mano para que el niño sea socialmente educado sin obligarlo a que comprometa su cuerpo o su autonomía”, dice Carolina Garza.
Los secretos están prohibidos
Los expertos en temas de abuso infantil hacen una diferencia entre secretos y sorpresas, la idea es que los padres y los niños lo entiendan. Por ejemplo, un padre puede organizarle una fiesta sorpresa a su esposa y le puede pedir a sus hijos que guarden el secreto hasta el día de la celebración; pero los niños deben saber que hay secretos que no se pueden guardar.
“El niño debe entender que cuando un adulto le pide que guarde un secreto puede estar en peligro. En ese sentido, me gusta decirles a los papas que, así como hacemos reglas de seguridad para la casa, como no toques el fuego porque te quemas, no cojas el cuchillo porque te puedes cortar, ahí mismo podemos poner las reglas de seguridad del cuerpo. Le dices al pequeño nadie te puede pedir que te quites la ropa, no te pueden mostrar fotografías de gente desnuda y ahí entra también esto de los secretos, no se deben guardar secretos en nuestra familia porque te pueden poner en peligro”, explica la especialista.
La experta asegura que el abusador se puede aprovechar de la inocencia del niño y ofrecerle un regalo o un premio por hacer algo que va en contra de alguna regla de seguridad de su cuerpo como quitarse la ropa o ayudarle a otro a quitársela y como el adulto sabe que eso viola una regla de seguridad establecida, le dice al pequeño: “no hay problema, lo vamos a guardar como nuestro secreto”. Es ahí cuando el menor debe entender que debe correr a contarle a sus padres o alguien de confianza.
5 personas de confianza
Como padres hay que ayudarle a los niños a construir una red de seguridad, pues según Carolina Garza, tristemente, muchas veces los niños no corren a contarle esos secretos a sus padres. “les invito a que levantemos la mano, son 5 nombres de personas en quienes el niño confía y a quienes podría contarles un secreto de algo que les está pasando; puede ser la tía, la madrina, la maestra, el entrenador del equipo”.
Una vez el niño tiene identificadas a estas personas, los padres deben hablar con ellas y explicarles que, si algo pasa, el niño puede ir a contárselos y deben estar preparados para saber cómo reaccionar. Así se está construyendo una red de protección para los niños con el fin de que ellos encuentren apoyo en un momento determinado.
Para la especialista, la prioridad de un padre siempre debe ser proteger a sus hijos, y eso implica tomar riesgos o decisiones incomodas como decirle a un familiar que no queremos que nos visite o que se le acerque al pequeño porque el niño no se siente cómodo. “Puede ser mi hermano, lo quiero mucho, pero primero pienso en mi hijo”.
Según Carolina Garza, los estudios han demostrado que, de cada diez niños, uno puede ser víctima de abuso antes de cumplir 18 años, y el llamado a los padres es estar preparados para proteger con mayor eficacia a sus hijos.
Para asesoría sobre este tema pueden comunicarse con Carolina Garza, del Care House de Oakland en Michigan, al teléfono (248) 3327173 extensión 300 o escribirle al correo cgarzaflorez@carehouse.org
Nota escrita por la periodista colombiana Carolina Ospina