Tras el fin de las restricciones por la pandemia acogidas en la política del Título 42, el gobierno del presidente Joe Biden ha solicitado el envío de 1,500 militares a la frontera con México ante el previsto aumento del flujo de migrantes, según informaron fuentes oficiales.
«Debido a un aumento anticipado en la inmigración, el Departamento de Seguridad Nacional solicitó que el Departamento de Defensa aumentara a 2,500 el número d militares que actualmente brindan apoyo en la frontera suroeste, sumando 1,500 efectivos adicionales durante un período de 90 días», dijo la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre en una rueda de prensa.
Los soldados serán enviados para apoyo logístico y concentrarse en tareas administrativas con la Patrulla Fronteriza. Los militares no realizarán tareas de control migratorio, no portarían armas y tampoco estarían capacitados para hacer arrestos, una función que seguiría siendo exclusiva de los agentes de Protección Fronteriza y Aduanas, según señalaron funcionarios a medios nacionales.
«Durante 90 días, estos 1500 militares llenarán las brechas de capacidad críticas, como detección y monitoreo en tierra, ingreso de datos y soporte de almacén, hasta que CBP pueda abordar estas necesidades a través del soporte contratado. El personal militar no participará directamente en las actividades de aplicación de la ley. Este despliegue en la frontera es consistente con otras formas de apoyo militar al DHS durante muchos años.», afirmó el portavoz del Pentágono Pat Ryder en un comunicado.
La medida se produce cuando el Título 42, la ley de salud pública que permite a los EE.UU. bloquear o expulsar de inmediato a cientos de migrantes que llegan a la frontera sin visa o documentación requerida para entrar, expirará el 11 de mayo.
Desde que la ley entró en vigor con la intención de frenar la propagación del COVID-19, las autoridades estadounidenses han impedido a migrantes solicitar asilo más de 2,7 millones de veces.
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