Washington, DC– El presidente Joe Biden pedirá en las próximas horas al Congreso que suspenda el impuesto federal sobre la gasolina y el diésel durante tres meses, con el fin de aliviar directamente a los consumidores estadounidenses que sufren el alza de los precios de la gasolina y la inflación.
La Casa Blanca busca eliminar hasta septiembre el impuesto federal de 18,4 centavos por galón de gasolina y el impuesto federal de 24,4 centavos por galón sobre el combustible diésel. Biden también pedirá a los estados que suspendan sus propios impuestos a la gasolina y el diésel o proporcionen un alivio similar, dijo la Casa Blanca.
La suspensión de este impuesto costaría unos 10.000 millones de dólares al fondo de infraestructuras de carreteras, normalmente financiado por estos gravámenes.
Sin embargo la administración asegura que otros ingresos pueden compensar ese recorte de ingresos.
De aprobarse la suspensión, los consumidores ahorrarían aproximadamente un 3,6 % en el surtidor, cuando el precio promedio del galón de gasolina alcanzó el nivel récord de 5 dólares, en todo el país.
«Los consumidores podrían ahorrar alrededor de 50 centavos por galón si el Congreso y los estados prestan atención al llamado del presidente», dijo el miércoles a CNN, el asesor de energía de Biden, Amos Hochstein. “Es un pequeño respiro para el pueblo estadounidense al comenzar la temporada de viajes de verano”.
No está claro si Biden contaba con votos suficientes en el Congreso para suspender el impuesto federal.
Los esfuerzos anteriores de Biden para reducir los precios de la gasolina, incluida la liberación de petróleo de la reserva estratégica de EE . UU. y una mayor mezcla de etanol este verano, han hecho poco para producir ahorros en la bomba.
“El presidente Biden entiende que una exención del impuesto a la gasolina por sí sola no aliviará el aumento de los costos que hemos visto. Pero el presidente cree que en este momento único en el que la guerra en Ucrania impone costos a las familias estadounidenses, el Congreso debe hacer todo lo posible para brindar a las familias trabajadoras un respiro”, señaló la Casa Blanca.