En un reciente comunicado, Stellantis, el fabricante del Jeep, Chrysler, Dodge y otros vehículos, anunció que se verá obligado a realizar despidos en sus fábricas en Estados Unidos en los próximos meses. Esta decisión responde a la necesidad de adaptarse a un mercado automotriz global que está experimentando cambios rápidos y significativos.
«Con un enfoque en preservar los fundamentos del negocio en una industria automotriz estadounidense altamente competitiva y desafiante, Stellantis continúa tomando medidas para mejorar la eficiencia de sus instalaciones de fabricación», dijo la compañía en su comunicado.
La empresa no ha especificado la cantidad de trabajadores que se verán afectados por esta medida, pero ha indicado que los despidos son parte de un esfuerzo por mejorar la productividad y asegurar la sostenibilidad a largo plazo de la compañía en un entorno de mercado en constante evolución. Stellantis ha enfrentado una disminución en las ventas en EE.UU. durante el primer trimestre y ha incurrido en costos más altos debido a un nuevo acuerdo contractual alcanzado el año pasado con el sindicato United Auto Workers.
El ajuste de personal también se produce en un momento en que Stellantis está incrementando sus gastos de capital para facilitar la transición de vehículos de gasolina a vehículos eléctricos. El CEO de Stellantis, Carlos Tavares, ha mencionado anteriormente que la compañía debe trabajar en la reducción de costos a nivel global para mantener los vehículos eléctricos accesibles para la clase media.
Aunque los detalles específicos sobre el inicio de los despidos indefinidos no se han revelado, se espera que la medida tenga un impacto significativo en la fuerza laboral de la empresa, que cuenta con aproximadamente 43,000 trabajadores de fábrica. La noticia ha generado reacciones mixtas, incluyendo críticas por parte del sindicato UAW, que ha calificado los despidos como «desagradables» en una planta de ensamblaje en Sterling Heights.
Stellantis ha reiterado su compromiso con la eficiencia y la optimización de su estructura de costos como parte de su estrategia para enfrentar las incertidumbres sin precedentes y las presiones competitivas del mercado automotriz actual.