Por: Liliana Ospina
Una vez más, en nuestro pódcast Opina con Liliana Ospina, tuvimos la oportunidad de conocer la historia de Sairy García, una inmigrante mexicana con un gran espíritu de resiliencia, reinvención y un propósito que define a muchos inmigrantes en Estados Unidos.
Sairy García, es originaria de Chihuahua y compartió cómo pasó de llegar, como estudiante a convertirse, en una líder comunitaria en el estado de Michigan.
Sairy llegó a Estados Unidos hace más de 10 años con la intención de estudiar maquillaje, su pasión desde la adolescencia. Aunque su sueño era dedicarse a la belleza, su madre le aconsejó primero obtener una carrera profesional; por eso, Sairy estudió contaduría y esa formación fue clave para obtener una visa de trabajo y construir una nueva vida en EEUU.
A pesar de los retos culturales, el idioma, el clima, y estar lejos de su familia —especialmente de su madre, quien aún vive en México— Sairy perseveró. Y en un evento de networking, cuando aún trabajaba como contadora, una oportunidad inesperada llegó, lo que eventualmente la llevó a emplearse en el condado de Oakland, en un trabajo para apoyar a emprendedores latinos.
Actualmente, Sairy es Global Resource Program Manager de Oakland Thrive, una organización sin fines de lucro que surgió como respuesta al impacto del COVID-19 en pequeños negocios. A través de ese trabajo, Sairy ayuda a inmigrantes, refugiados y personas que han solicitado asilo político en Michigan, ofreciéndoles acceso a recursos que les permitan crecer y prosperar en su emprendimiento.
Sin embargo, Sairy no se ha olvidado de su pasión por el maquillaje, algo que usa para empoderar a otras mujeres; por lo que ha comenzado a ofrecer talleres de automaquillaje como una forma de terapia personal y colectiva:
“Para mí, el maquillaje es arte. Es empoderamiento. Es una forma de cuidar la salud mental y levantar el ánimo. No es vanidad, es expresión y amor propio”, dijo Sairy.
Sairy, asegura que ella nunca se imaginó, que iba a estar viviendo en EEUU usando su carrera profesional y enseñando a otras mujeres lo que la apasiona, pero su historia también es un recordatorio del valor de decir “sí” a lo inesperado, de tomar riesgos y de confiar en los planes que la vida, en especial en los planes de Dios.
Su trabajo con los inmigrantes emprendedores ha sido reconocido con premios como el 40 Under 40 de Oakland County y el reconocimiento como Community Advocate of the Year por Michigan Hispanic Chamber of Commerce.
Aunque el futuro es incierto, para ella su mayor sueño es poder seguir ayudando a la comunidad; “No sé cómo me veo en cinco años, pero quiero seguir ayudando a la gente, viviendo día a día con plenitud y felicidad. Estar soltera o no tener hijos no define mi éxito. Me siento completa, y eso es lo que quiero seguir compartiendo”, agregó Sairy.
Sairy García es un ejemplo de cómo una mujer inmigrante puede unir un propósito, la pasión y el servicio para transformar vidas —incluyendo la suya— y dejar huella en su comunidad.
“Cumplan sus sueños. Nada es imposible. Hablen de sus emociones, cuiden su salud mental y no teman pedir ayuda. Si algo está en tus manos, hazlo; y si no, déjaselo a Dios.”
Sairy García: The Accountant and Makeup Artist Who Inspires Immigrant Entrepreneurs in Michigan
By: Liliana Ospina
Once again, on our podcast Opina con Liliana Ospina, we had the opportunity to hear the story of Sairy García, a Mexican immigrant whose journey is filled with resilience, reinvention, and purpose—qualities that define many immigrants in the United States.
Originally from Chihuahua, Sairy shared how she arrived in the U.S. as a student and eventually became a community leader in Michigan.
She came to the United States over ten years ago to study makeup, a passion she has had since her teenage years. Although her dream was to work in the beauty industry, her mother encouraged her to first pursue a professional degree. Sairy chose accounting, and that decision was key to obtaining a work visa and building a new life in the U.S.
Despite cultural challenges, language barriers, the weather, and being far from her family—especially her mother, who still lives in Mexico—Sairy pressed on. While still working as an accountant, she attended a networking event that unexpectedly led to a job opportunity in Oakland County, supporting Latino entrepreneurs.
Today, Sairy serves as the Global Resource Program Manager for Oakland Thrive, a nonprofit created in response to the COVID-19 pandemic’s impact on small businesses. Through this role, she helps immigrants, refugees, and asylum seekers in Michigan access the resources they need to grow and thrive as entrepreneurs.
But Sairy has not forgotten her passion for makeup, which she uses as a tool to empower other women. She now offers self-makeup workshops as a form of personal and collective healing:
“For me, makeup is art. It is empowerment. It is a way to care for your mental health and lift your spirit. It’s not vanity—it’s expression and self-love,” she says.
Sairy admits she never imagined living in the U.S., combining her professional career with her passion, and teaching other women. Her story is also a reminder of the power of saying “yes” to the unexpected, taking risks, and trusting in life’s plan—especially God’s plan.
Her work with immigrant entrepreneurs has earned her recognition, including being named one of Oakland County’s 40 Under 40 and receiving the Community Advocate of the Year award from the Michigan Hispanic Chamber of Commerce.
Though the future is uncertain, Sairy says her greatest dream is to continue helping others:
“I do not know how I will see myself in five years, but I want to keep helping people, living each day with purpose and joy. Being single or not having children does not define my success. I feel complete, and that is what I want to keep sharing.”
Sairy García is a powerful example of how an immigrant woman can bring together purpose, passion, and service to transform lives—including her own—and leave a lasting impact on her community.
“Pursue your dreams. Nothing is impossible. Speak about your emotions, care for your mental health, and do not be afraid to ask for help. If something is in your hands, do it. If it’s not, leave it to God’s.”
