El tiroteo masivo del lunes en un desfile del 4 de julio en el suburbio de Highland Park, Illinois, en Chicago, fue una de las primeras grandes masacres desde que el presidente Joe Biden promulgó una nueva ley de armas el mes pasado.
El proyecto de ley se produjo después de varios otros tiroteos masivos, sobre todo en una escuela primaria de Uvalde, Texas, que dejó 19 estudiantes y dos maestros muertos.
Biden dijo que el país debe hacer más en el control de armas.
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El senador Dick Durbin, demócrata de Illinois, estuvo entre los que promovieron la legislación, señaló que hasta el lunes por la noche, poco se había revelado públicamente sobre los motivos del tirador, sus antecedentes o cómo obtuvo el arma utilizada en el tiroteo que dejó seis muertos y casi dos docenas de heridos.
“Hay personas en este país que están preparadas para hacer cosas terribles si no intervenimos y tratamos de cambiar sus vidas», le dijo Durbin a la prensa.
«El proyecto de ley bipartidista de armas que aprobamos en el Senado, aborda muchos de los aspectos de estos tiradores masivos, y algunos de ellos involucran asesoramiento de salud mental y asesoramiento de trauma», añadió el senador.
Biden emitió un comunicado después del tiroteo del lunes, destacando la nueva ley.
“Recientemente firmé la primera ley bipartidista importante de reforma de armas en casi treinta años de promulgada, que incluye acciones que salvarán vidas. Pero hay mucho más trabajo por hacer, y no voy a dejar de luchar contra la epidemia de violencia armada”, dijo Biden.
Con la aprobación de la legislación contra la violencia armada, se incluyen reformas centradas en los traficantes ilegales de armas y se cerró la llamada «laguna legal del novio» para restringir que más personas condenadas por violencia doméstica obtengan un arma de fuego.
Entre otras medidas, añadieron aumentos en las verificaciones de antecedentes de los jóvenes con fondos para salud mental, seguridad escolar y más. El acuerdo fue la legislación más completa sobre el tema desde la década de 1990.