A partir del 30 de septiembre de 2025, la Administración del Seguro Social (SSA) de Estados Unidos dejará de emitir cheques en papel, marcando el fin de una era que comenzó en 1940 con el primer pago mensual a una jubilada de Vermont. Esta transición hacia pagos electrónicos busca modernizar el sistema, aumentar la seguridad y reducir costos operativos.
Según voceros de la SSA, menos del 1% de los casi 70 millones de beneficiarios aún reciben sus pagos por correo. Desde julio, la agencia ha estado contactando directamente a estos usuarios para facilitar su inscripción en depósitos directos o tarjetas de débito prepagadas, conocidas como Direct Express.
Ventajas del cambio:
- Los pagos electrónicos son 16 veces menos propensos a ser perdidos o robados que los cheques físicos.
- El costo por transferencia electrónica es de solo 15 centavos, comparado con los 50 centavos que cuesta emitir un cheque.
- Se espera que los beneficiarios reciban sus pagos de forma más rápida y segura.
La medida fue impulsada por una orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump en marzo de 2025, que exige que todos los pagos federales se digitalicen. El documento oficial citó “costos innecesarios, demoras y riesgos de fraude” como razones clave para la reforma.
Excepciones
Aunque el cambio será generalizado, la SSA confirmó que continuará emitiendo cheques en papel a personas que no tienen acceso a métodos electrónicos, como aquellos sin cuentas bancarias. Según datos recientes, aproximadamente el 4.6% de la población estadounidense se encuentra en esta situación.
Este giro hacia la digitalización representa un paso significativo en la evolución del sistema de Seguridad Social, que durante más de ocho décadas ha sido un pilar económico para millones de estadounidenses.