Flint, Mich. – Después de 30 años de proteger a la industria farmacéutica de las demandas de los consumidores, Michigan se convirtió en el último estado de Estados Unidos en derogar la ley que otorgaba inmunidad a los fabricantes de medicamentos. La gobernadora Gretchen Whitmer firmó el jueves una legislación bipartidista que permite a los habitantes de Michigan y a las autoridades locales y estatales emprender acciones legales contra las empresas y distribuidores farmacéuticos si sus productos causan daños a ellos o a sus familiares.
La medida fue impulsada por el senador estatal Jeff Irwin, quien afirmó que la ley de inmunidad impedía que los residentes de Michigan buscaran justicia cuando las compañías farmacéuticas les hacían daño. «La derogación de la ley de inmunidad de nuestro estado para la industria farmacéutica restablece la responsabilidad por los fabricantes de medicamentos y el acceso vital a la justicia para nuestro estado y su gente», dijo Irwin.
La gobernadora Whitmer celebró la firma de la ley y dijo que Michigan se unía al resto de la nación al crear un camino más sólido para responsabilizar a las compañías farmacéuticas en casos de irregularidades. «Cuando tomas un medicamento recetado, debes tener la confianza de saber que es seguro y, si te hace daño a ti o a tu familia, mereces responsabilidad», expresó Whitmer.
La derogación de la ley de inmunidad tiene implicaciones importantes para los casos relacionados con la crisis de los opioides, que ha afectado gravemente a Michigan. Varios estados han logrado acuerdos multimillonarios con los fabricantes de opioides por los daños causados por sus productos. Michigan recibirá casi 800 millones de dólares, gracias a la gestión de la fiscal general Dana Nessel, pero la ley de inmunidad dificultó el proceso.
Asimismo, la ley de inmunidad fue usada por un juez federal para desestimar los reclamos de casi 200 habitantes de Michigan que habían sido perjudicados por unos medicamentos para la acidez estomacal que causaron lesiones renales crónicas. El juez se basó en la ley de Michigan para excluirlos de un acuerdo de 425 millones de dólares contra la empresa responsable.
Con la nueva ley, los habitantes de Michigan podrán obtener la restitución que merecen en los acuerdos contra los fabricantes de medicamentos. La ley también garantizará que las empresas que hacen un buen trabajo puedan competir y superar a las empresas que priorizan aumentar sus ganancias antes que ofrecer productos de calidad a las personas, según la gobernadora Whitmer.
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