Oakland, Mich. – En un caso sin precedentes, este martes, James y Jennifer Crumbley, padres del autor del tiroteo en la Escuela Secundaria Oxford, han sido sentenciados por parte de la jueza de circuito del condado de Oakland, Cheryl Matthews, a entre 10 y 15 años de prisión, la pena máxima.
Antes de leer la sentencia, la jueza Matthews dijo que las condenas no se referían a una mala crianza. Confirman las acciones repetidas o la falta de acciones que tomaron los Crumbley, donde ignoraron cosas que habrían puesto los pelos de punta a una persona razonable.
Este veredicto marca la primera vez en Estados Unidos que los padres son declarados penalmente responsables por un acto de violencia armada cometido por su hijo.
Los Crumbley fueron juzgados en juicios separados y encontrados culpables de cuatro cargos de homicidio involuntario. La fiscalía argumentó que la pareja había mostrado una negligencia grave al comprar un arma para su hijo y al ignorar las señales de su deterioro mental. Los expertos indican que este caso podría sentar un importante precedente legal sobre la responsabilidad de los padres en actos de violencia cometidos por sus hijos.
El hijo de los Crumbley, Ethan, ya había sido sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por el tiroteo ocurrido en 2021, donde murieron cuatro estudiantes y otros siete resultaron heridos.