Por Liliana Ospina
El 18 de mayo de 1927, ocurrió la peor masacre estudiantes en la historia de esta nación. Hoy se cumple, el aniversario 90 de una masacre que hasta el momento ha sido la peor ocurrida en una escuela de Michigan.
El deplorable hecho sucedió en una municipalidad llamada Bath, ubicada al norte de East Lansing, a unas 100 millas de Detroit, la cual pertenece al condado de Clinton.
Cuarenta y cinco personas entre ellas niños que se encontraban en una escuela recibiendo clases en esa municipalidad perdieron la vida por causa de un hombre energúmeno y otras 58 personas resultaron heridas.
El autor de este aberrante crimen, no usó armas de fuego como en los últimos años ha sucedido en otras tristes matanzas ocurridas en escuelas y universidades de EEUU.
Aun no se olvida, lo que pasó en la escuela secundaria de Columbine en 1999, que dejó 15 personas muertas, lo que sucedió en la Universidad Virginia Tech en el 2007 en donde 32 personas fueron asesinadas y otras 17 fueron heridas por un estudiante con problemas mentales que luego se suicidó y la tragedia de Sandy Hook Elementary que dejó a 27 personas muertas entre adultos y niños, un crimen también cometido por una persona con problemas mentales, quien también se quitó la vida.
De acuerdo con reportes de esa época, el autor del macabro hecho se llamaba Andrew P. Kehoe, un granjero local, quien era miembro de la mesa directiva de la escuela, y además era el cuidandero del lugar.
Historiadores, cuentan que Kehoe estaba molesto porque los impuestos de propiedad se habían destinado para financiar la nueva escuela, y como consecuencia hubo un aumento de esos impuestos, lo que hizo que su granja cayera en ejecución hipotecaria y en ese entonces estaba a punto de perderla.
Kehoe culpaba a la escuela por su crisis económica.
Por eso, de la manera más fría y calculadora, durante meses planeó una venganza, y comenzó a colocar el cableado que conectaba dinamita en diferentes puntos de la edificación de la escuela, con el fin de hacerla desaparecer.
Algo que pudo hacer muy bien, pues había obtenido un grado profesional en ingeniería eléctrica en Michigan State University y nunca nadie sospechó de él.
Durante varios meses, el sujeto colocó más de 1000 libras de dinamita en las estructuras de la escuela y además puso un contador de tiempo, el cual estaba programado para explotar en horas en las cuales los niños estaban recibiendo clases.
El día de la masacre, a las 8:45 de la mañana, un contador de tiempo hizo detonar los explosivos en la casa del sujeto, en su granja y en la escuela.
Se sabe que antes de la explosión, Kehoe asesinó en su casa a su esposa, quien sufría de tuberculosis y luego, por si fuera poco, manejó su camioneta hacia la escuela, la cual estab llena de explosivos.
Llegó al lugar y en el momento en que la comunidad estaba rescatando a las víctimas, sacó su rifle y disparó en el interior de la camioneta haciendo detonar los explosivos y perdiendo de inmediatamente su vida.
Cuando la camioneta explotó, le quitó la vida a varias personas que estaba rescatando a las víctimas.
Tiempo después, durante la investigación, las autoridades encontraron 500 libras de dinamita, las cuales no detonaron en el momento programado, de lo contrario más personas hubieran muerto.
Se cree que el granjero de 55 años de edad quería desaparecer la escuela, sin importar las vidas inocentes de los niños que allí estudiaban y mucho menos de los trabadores de la escuela.
Por eso es importante recordar que sin importar en tiempo o el lugar, la maldad siempre ha estado en el corazón de algunos seres humanos.