Lansing, Mich. – En un golpe significativo a la delincuencia organizada, la Fiscal General de Michigan, Dana Nessel, anunció la captura de seis individuos vinculados a una red de robo de vehículos. El equipo especializado FORCE llevó a cabo la operación que resultó en la recuperación de más de 400 vehículos, valorados en aproximadamente $8 millones, en el sureste de Michigan.
Los sospechosos, presuntamente, se enfocaban en vehículos nuevos en lotes de almacenamiento, incluyendo fábricas, concesionarios y residencias privadas, extendiendo sus actividades ilícitas a través de múltiples condados. Las autoridades han señalado que los autos robados eran vendidos a precios significativamente reducidos en el mercado negro, y han sido relacionados con una serie de crímenes violentos.
La Fiscal Nessel destacó el impacto negativo de los crímenes, no solo en términos económicos sino también por el peligro que representan para la comunidad. «Estos vehículos no solo son bienes robados; se convierten en instrumentos para más violencia», declaró Nessel. La operación fue el resultado de una colaboración entre el equipo FORCE, el Departamento de Policía de Troy y otras agencias locales, quienes trabajaron incansablemente para desmantelar esta red criminal.
El Jefe de Policía de Troy, Frank Nastasi, expresó su orgullo por el esfuerzo conjunto y la dedicación mostrada en la captura de los sospechosos, subrayando el riesgo que representaban para la seguridad pública. La operación contó con la participación de más de 200 agentes de diversas agencias estatales, federales y locales, y culminó con la ejecución de ocho órdenes de arresto.
El Coronel James F. Grady II, director de la Policía Estatal de Michigan, enfatizó la importancia de la colaboración interagencial en la lucha contra el crimen organizado. «Este caso demuestra el poder de trabajar juntos para proteger a nuestra comunidad», afirmó Grady.
Los acusados enfrentan cargos graves que incluyen operar una empresa criminal y usar una computadora para cometer un delito, con penas de hasta 20 años. La investigación continúa en curso, con esfuerzos para identificar y procesar a otros miembros de la red y a los compradores de los vehículos robados.