El pasado lunes 6 de junio, una caravana de migrantes partió de la ciudad de Tapachula en el estado de Chiapas, al sur de México, con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
En la caravana, en su mayoría conformada por venezolanos, centroamericanos y africanos, así como embarazadas, niños y ancianos, hay cerca de 15.000 migrantes. Es la más numerosa en lo que va del año.
Según el director del Centro de Dignificación Humana, Luis García Villagrán, más de 5.000 familias, incluyendo cerca de 93 mujeres embarazadas y 3.000 niños, forman parte de este convoy.
La caravana se detuvo el martes en el municipio de Huixtla, luego de marchar por más de 42 kilómetros, en busca de un acuerdo para regularizar su situación, con el Instituto Nacional de Migración (INM).
El líder de la caravana anunció que el Instituto Nacional de Migración ofreció visas humanitarias para todos. Con estas visas podrían llegar al norte o quedarse trabajando en México durante un año, sin embargo muchos mantienen sus intenciones de buscar asilo en Estados Unidos.
La caravana ejerce presión sobre la Cumbre de las Américas, que tiene como tema prioritario la migración, buscando un acuerdo regional en política migratoria.
La Cumbre se celebra entre el lunes 6 de junio y el próximo viernes en Los Ángeles, Estados Unidos.
Se espera que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anuncie un pacto regional sobre migración a finales de la semana.
El Gobierno mexicano reportó el fin de semana un incremento de 89% interanual en el número de migrantes presentados o canalizados por la autoridad migratoria en el primer trimestre de 2022, al sumar 77.626 entre enero y marzo.
También puede leer: EE.UU. implementa, en todos los aeropuertos, tecnología de reconocimiento facial para viajeros