La Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras (NHTSA, por sus siglas en inglés) ha iniciado una investigación exhaustiva sobre más de 780,000 vehículos Jeep debido a un riesgo potencial de incendio, incluso cuando los motores están apagados. Los modelos afectados incluyen los Jeep Grand Cherokee y Jeep Cherokee fabricados entre 2014 y 2020.
Esta investigación se ha puesto en marcha tras recibir varios informes de incendios espontáneos en estos vehículos. Los incidentes reportados han generado preocupación tanto entre los propietarios como entre las autoridades de seguridad. Según los informes, los incendios pueden ocurrir sin previo aviso y sin que el vehículo esté en funcionamiento, lo que aumenta el riesgo de daños materiales y personales.
La NHTSA dice en documentos publicados el lunes en su sitio web que tiene nueve quejas de propietarios por incendios en el motor, incluido uno que causó lesiones. La NHTSA está trabajando en estrecha colaboración con el fabricante, Stellantis, para identificar la causa raíz de estos incendios. Mientras tanto, se insta a los propietarios de los vehículos afectados a estar atentos a cualquier señal de problemas, como olores a quemado o humo, y a contactar a sus concesionarios para obtener más información y posibles soluciones.
Además, la NHTSA ha recomendado a los propietarios que estacionen sus vehículos lejos de estructuras y otros vehículos hasta que se resuelva el problema. Esta medida preventiva busca minimizar el riesgo de daños mayores en caso de que ocurra un incendio.
La investigación está en curso y se espera que se realicen más pruebas y análisis para determinar la extensión del problema y las posibles soluciones. Los propietarios de los vehículos afectados deben mantenerse informados a través de los comunicados oficiales de la NHTSA y Stellantis para recibir actualizaciones sobre la situación y las acciones recomendadas.