Según una nueva investigación, el agua de lluvia ya no es segura para beber en ninguna parte de la Tierra porque tiene niveles inseguros de ‘químicos para siempre’.
Investigadores de la Universidad de Estocolmo y la Universidad ETH de Zúrich descubrieron que el agua no es segura debido a la presencia de PFAS (comúnmente llamados «químicos para siempre»). El estudio encontró que incluso en las áreas más remotas del mundo, como la Antártida y la meseta tibetana, el agua de lluvia todavía estaba contaminada con niveles peligrosos de PFAS.
Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS) son una gran familia de sustancias químicas creadas por el hombre que no se encuentran en la naturaleza. Se les conoce como ‘químicos para siempre’ porque no se descomponen en el medio ambiente.
«Según las últimas directrices de EE.UU. sobre el PFOA en el agua potable, el agua de lluvia de todo el mundo se consideraría insegura para beber», dijo Ian Cousins, autor principal del estudio y profesor en el Departamento de Ciencias Ambientales de la Universidad de Estocolmo. «Aunque en el mundo industrial no solemos beber agua de lluvia, mucha gente de todo el mundo espera que sea segura para beber y abastece muchas de nuestras fuentes de agua potable».
El estudio se publicó la semana pasada en la revista revisada por pares Environmental Science and Technology.
Los riesgos para la salud de estar expuesto a estas sustancias se han investigado ampliamente.
En una revisión de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU. se describía una serie de riesgos para la salud -posiblemente subestimados- asociados con la exposición a PFAS, incluidos cáncer, daño hepático, problemas de fertilidad y un mayor riesgo de asma y enfermedad de la tiroides.
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